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sábado, 14 de abril de 2012

La Guerra del Amor



   Muchos de nosotros en realidad, una gran parte en nuestra sociedad, hacen del amor toda una batalla, todos los que se acerquen o hablen con aquel o aquella que es de su “pertenencia”, es un enemigo potencial, que si no se tiene cuidado, con las artimañas y engaños que utilizan, pueden robar lo que es de ellos o ellas…y aunque parezca ilógico, así es, muchas veces olvidamos que la “pertenencia” tiene pensamientos y emociones, las personas no se roban, ni se quitan, tienen su propias voluntades y sentimientos; todo el que se va, ya sea por la razón que sea es porque así lo decidió, no existen artimañas o engaños para separar de ti a alguien que te ama, que te ama de verdad.




   Aunque esto es algo que ya se habrá escuchado alguna vez, inconscientemente no lo meditamos, aun así, apenas esa es la batalla de campo para llegar a la verdadera lucha, realmente el enemigo más temido en estos tiempos es, ese alguien que se supone que amas, si, el peor de los enemigos porque a pesar de cuán importante sea para ti, no quieres darle tu corazón, para que lo rompa, así que la posición defensiva lista para atacar ante el mínimo desliz está ahí, cuidando de cada paso, pensando que uno en falso te puede hacer sufrir, pensamientos como “no puedo dejar que me vea triste, va a pensar que me importa lo que haga” o “tengo que escribirle, para saber que está haciendo, no lo puedo dejarle hacer lo que quiera” cosas de este estilo más pequeñas, mas grandes, pensamientos, indirectas y actitudes maquinadas, toda una estrategia militar para lograr la dominación total que permita amar tranquilamente, porque son unos ¿animales? Que hay que dominar

    Pero en toda la batalla, estrategia, y lucha. Olvidamos vivir el amor, vivimos momentos bonitos o feos, superficialmente, pero nunca llegamos a formar una relación con aquel que tenemos al lado, es alguien distante, por miedo o por adoración, pero en cualquiera de las dos facetas alguien quien no sabemos en realidad ¿quién es?, nos olvidamos de proponernos romper aquellas barreras, para que pase de ser quien nos gusta a quien amemos, porque alguien que nos gusta es a quien queremos y que nos cautiva su forma de ser y cualidades, pero sólo amamos aquella persona que aceptamos con sus defectos y toda su forma de ser, mas aceptar los defectos no quiere decir aceptar todo lo malo, todos debemos mejorar día a día, pero esos defectos no  pueden ser determinantes para interferir la relación, porque ciertamente nadie es perfecto, conocer va mas allá de hablar con él o ella todos los días y compartir 3 veces por semana, es conocer quién es, sus debilidades y fortalezas, tener confianza en lo que es y lo que siente, poder decir sin miedo “te siento extraño/a, que te pasa” no ser solamente alguien que está al lado de su vida, sino compartir mutuamente, crear una verdadera amistad, donde puedas confiar tus miedos, tus alegrías y temores , y donde también tu pareja lo haga.

     Para construir una verdadera relación requiere sacrificar muchas cosas, pero lo más importante es mantener el equilibrio, tampoco puede ser totalmente ciego y la confianza ser una excusa a todas las cosas, perderse uno en el otro también es un error muy grave, es necesario conocerse pero manteniendo quien uno es, la personalidad y los pensamientos, amar es ser quien tu eres y compartir con tu pareja tu verdadero ser y así mismo lo haga contigo , es algo complicado, pero el verdadero amor no te toca la puerta, ni es un momento mágico que sucede en dos seres que se vieron por primera vez y ya, un amor verdadero requiere ceder parte y parte, requiere cariño y confianza, cuando ya no hay confianza y no sabes quién es que esta a  tu lado hay que preguntarse si de verdad vale la pena seguir.

    Cuando se dice que el amor necesita comunicación, es conocer la verdadera forma de ser de quien queremos, y sentir aquella confianza para decir cualquier cosa, desde la más alegre a la más dolorosa, es aquella a quien tu le puedes confiar un problema, un error, a la que pueda preguntar cualquier cosa y te responderá desde el fondo de su corazón.

    El amor es complicado porque nuestra propia forma de ser así lo hace, y si hay un verdadero enemigo que no nos permite disfrutar nuestra propia vida, somos nosotros mismos. Simplemente vivamos el amor siendo nosotros mismos, permitámonos conocer el objeto de nuestro amor y disfrutemos al máximo todo lo que dure, el amor que se vive al máximo, sea para siempre o no, es algo de lo que uno jamás se arrepiente.

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